food, Vietnam
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Hanoi – calles con mucha vida

Ya hace bastante tiempo que no hemos publicado nada. Las últimas semanas las hemos pasado viajando sin pausa, primero por el norte de Vietnam, y después por el norte de Laos. Hace poco más de una semana que estamos de nuevo en nuestro acogedor bungalow de Luang Prabang, y hemos tenido que superar dos enfermedades y pelear para conseguir un backup de nuestro blog. Ahora que por fin estamos bien y funciona todo, vais a poder disfrutar de más publicaciones de los viajes.
Desde Luang Prabang cogimos un vuelo para llegar a Hanoi, que duro poco más de una hora. La capital de Vietnam, ademas de tener una gran oferta turística, sirve también de punto de partida para visitar los atractivos turísticos del norte del país. Antes de partir para la bahía de Halong, pasamos tres días allí, y la ciudad nos sorprendió.

 

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Durante nuestra estancia estuvimos sobre todo en el Old Quarter. En este centro histórico de la ciudad todavía se puede apreciar claramente la concentración de negocios de un mismo oficio agrupados en calles con los propios nombres del oficio. Esta es la herencia que la ciudad se ha llevado de los 36 gremios que ya en el siglo XV formaron el antiguo núcleo comercial de Hanoi.
En este barrio de Hanoi las calles están repletas de vida. Las aceras son en muchas ocasiones intransitables, ya que están llenas de cosas; puestos de comida, mesas y sillas de plástico, productos de los comercios, etc…, así que los peatones, junto con muchas motos, y a veces algún que otro coche, forman el denso y variopinto tráfico de estas calles.

Calles de Hanoi, Old Quarter

Calles de Hanoi

Vida en las calles de Hanoi

Cafés y bares en las calles de Hanoi, Old Quarter

Moto muy cargada en Hanoi
Así se transporta un puesto de venta.

Vendedora en las calles de Hanoi
Vendedora en una de las calles cerca del mercado Dong Xuang.

Vendedoras en las calles de Hanoi

Streetfood en Hanoi
Para desayunar »fried sticky rice«.

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Vehículo cargado al máximo en Hanoi

También es muy variada la oferta de comidas, tanto de locales normales como de locales de streetfood. Por todos lados se ve gente sentada en las terrazas, comiendo, tomando algo, o simplemente haciendo vida social. En algunas de las calles, especialmente en las más cercanas al mercado de Dong Xuang la cantidad de cosas que a uno le llaman la atención es tal, que se avanza muy lento. Tan lento que a veces se puede quedar uno simplemente parado mirando el espectáculo; motos cargadas a tope que esquivan a peatones que conducen carretillas de carga inestable, vendedoras en el suelo que gritan a todo pulmón su oferta, gente que entra y que sale de los negocios, y todos hablan entre ellos o se saludan. Los perros, los gatos y a veces también las gallinas corren libres por la calle, mientras que los peces y las anguilas tratan de sobrevivir retorciéndose en las bandejas del vendedor.
Una ciudad así puede resultar, en ocasiones, un tanto agotadora. Si alguien necesita hacer una siesta, no importa cómo, cuándo ni dónde, cualquier sitio puede ser bueno para ello…

Siesta en las calles de Hanoi

Siesta en las calles de Hanoi

Siesta en las calles de Hanoi

Nos alojamos en el Little Hanoi Hostel 2 donde conocimos a la amabilísima Tam, que está al frente del Hostal, y que nos hizo la estancia mucho más fácil. Nos ayudó a planificar las siguientes etapas del viaje y siempre nos recibió con fruta y té. También nos aconsejó los mejores sitios donde ir a comer, e ir de compras.

El lado culinario de Hanoi, parte I 

El Pho Bo es la famosa sopa del país, con noodles y carne de vaca. A las seis de la tarde, cuando llegamos al local, estaba lleno, por lo que tuvimos que esperar un poco para poder sentarnos, al fin compartiendo mesa. La sopa la preparaban en unas ollas gigantescas, de por lo menos un metro de alto, en un gran fuego de leña. Detrás del mostrador donde se pedía, había colgados grandes trozos de carne ya pre-cocinada, y de diferentes calidades, para elegir según el precio que se quisiera pagar. Un gran ventilador se ocupaba de mantener las moscas alejadas. Por aquí no es normal ver la carne en escaparates climatizados, si no expuesta al aire libre en frente de ventiladores.

Pho Bo in Hanoi

El lado culinario de Hanoi, parte II

El Bun Cha, que también fue muy bueno donde ella nos aconsejó, es una comida que se sirve en diferentes fuentes por separado. Según el lugar puede variar algo, y allí nos sirvieron un cuenco con caldo y carne, otro con fideos de arroz, otro con rollos de primavera fritos y otro con una salsa de verduras. Para acompañar había, como de costumbre, un plato de hierbas frescas y varias guindillas. Cada uno se mezcla los ingredientes en su plato a su gusto.

Bun Cha in Hanoi

El lado culinario de Hanoi, parte III

El egg-coffee fue un poco más difícil de encontrar, pues el local solo tiene una pequeña puerta que da a la calle, por donde después de entrar hay que caminar unos 20 metros a través de un pasillo que mas bien parece un túnel. Esto es muy típico en esta ciudad ya que los impuestos de las casas se pagan por metro de fachada, lo cual ha dado lugar a las famosas »casas-tubo«, que tienen un par de metros que dan a la calle, por decenas de ellos en profundidad.
Nos sentamos en una mesa del primer piso del café, donde se respiraba un ambiente bohemio. El egg-coffee es como un café solo, pero con la taza llena de crema hasta arriba. Esta crema está hecha a base de huevo y algo más que le da un sabor muy dulce, pensamos que era leche condensada, pero no nos quisieron revelar su secreto. Cuando escuchamos por primera vez egg-coffee pensamos »¿Con huevo?… ¡Que raro!« pero cuando lo probamos nos gustó, tanto que incluso al día siguiente repetimos.

egg-coffee in Hanoi

Como coincidió que estuvimos el fin de semana, aprovechamos para hacer compras en el Night Market (vi. sá. do. 19–23 h, Hang Dao Street), para el cual se cierra la calle al tráfico y se llena de gente y buen ambiente. En el mercado, a parte de ropa, hay todo tipo de cosas, como souvenirs, accesorios de moda, electrónica, juguetes, etc., y cuando se compra es aconsejable regatear.

Temprano alrededor del lago Hoan Kiem

El domingo decidimos levantarnos temprano para ver como empieza el día en esta ciudad y fuimos a pasear al rededor del pequeño lago Hoan Kiem, que está situado entre el Old y el French Quarter y que tiene dos pequeñas islas. Una de ellas, que esta unida con un puente, tiene un templo que se puede visitar. La otra es un pequeño islote con una torre, dedicado a la tortuga sagrada. La anciana tortuga que vive en el lago es de una especie muy rara en peligro de extinción, y es un animal muy sagrado para los vietnamitas. Según la creencia popular, ver a esta tímida tortuga da suerte, y parece ser que no es una cosa muy común. Yo solo me acerque a la orilla porque dos personas señalaban algo en el agua. En efecto, el gran animal se asomaba a la superficie. Luego se acerco Julia también, y poco después ya había una aglomeración de gente a nuestro alrededor, todos observando a la tortuga sagrada.

La tortuga del lago Hoan Kiem en Hanoi

La otra sorpresa al pasear temprano cerca del lago fue el encontrarnos a cientos de vietnamitas haciendo deporte. Unos en grupos y otros solos, pero la mayoría realizando unos ejercicios que resultaban muy divertidos de observar. Desde giros de cintura y cuello simultáneos, hasta sacudidas de brazos repentinas al ritmo de una música marcial, pasando por ejercicios de meditación y de máxima concentración, como sujetarse en el borde de una valla con solo el contacto con la espalda. Lo más curioso eran unos grupos de  personas dispuestas en fila india, golpeando repetidamente la espalda y el culo del que tenían delante, como si se estuvieran sacudiendo el polvo. También vimos clases de baile, y un gimnasio y campos de bádminton improvisados para la ocasión.

Deporte al lado del lago Hoan Kiem en Hanoi

Deporte al lado del lago Hoan Kiem en Hanoi

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La sensación que nos llevamos de Hanoi es que tiene un pulso especial, y que invita a quedarse más tiempo y seguir descubriéndola. Quizás en otra ocasión.

 

NUESTRAS RECOMENDACIONES CULINARIAS PARA HANOI:


Pho Bo Pho Bát Dàn  Bát Dàn, Nr. 49 
Bun Cha – Quán Bún Cha Hàng Mành  Hàng Mành, Nr. 1 
egg-coffee – Giang Egg Coffee Shop  Nguyen Huu Huan, Nr. 39

 

 

Artikel auf Deutsch

Hanoi – Strassen voller Leben

Es ist schon etwas her, seitdem wir das letzte Mal etwas geschrieben haben. In den vergangenen Wochen sind wir viel unterwegs gewesen, zunächst im Norden Vietnams und danach im Norden Laos. Seit mehr als einer Woche sind wir wieder zurück in unserem süßen Bungalow in Luang Prabang und haben erstmal mit unserer Gesundheit und einem Backup des Blogs zu kämpfen gehabt. Jetzt sind wir aber wieder fit und auch die Technik läuft wieder, deshalb könnt ihr euch auf viele neue Reiseberichte in den nächsten Tagen freuen.
Von Luang Prabang nahmen wir einen Flug nach Hanoi, der nur knapp eine Stunde dauerte. Die Hauptstadt Vietnams hat ein breites Angebot an Sehenswürdigkeiten, die Stadt ist aber auch ein guter Ausgangspunkt, um den Norden des Landes zu erkunden. Bevor wir zur Halong Bucht fuhren, verbrachten wir drei Tage in dieser überraschend lebendigen Stadt.

Wir haben uns die meiste Zeit im Old Quarter aufgehalten. In diesem historischen Zentrum gruppieren sich noch immer die Geschäfte des gleichen Handwerks in einer Straße, die oft nach dem Handwerk benannt ist. Dies ist das Erbe der 36 Handwerksgilden, die im 15. Jahrhundert das Handelszentrum Hanois bildeten.
In den Straßen dieses Viertels von Hanoi wimmelt es nur so von Leben. Die Gehwege sind oft aus unterschiedlichen Gründen unpassierbar: Es wird gekocht, Plastiktische und Hocker verbauen den Weg und Produkte die normalerweise im Schaufenster präsentiert werden, stehen hier auf dem Gehweg. Für uns als Fußgänger hieß das, ausweichen auf die Straße und hoffen, dass man nicht von einem der laut hupenden Motorrollern oder Autos über den Haufen gefahren wird.

Calles de Hanoi, Old Quarter

Calles de Hanoi

Vida en las calles de Hanoi

Cafés y bares en las calles de Hanoi, Old Quarter

Moto muy cargada en Hanoi
So wird ein Gemüsestand transportiert.

Vendedora en las calles de Hanoi
Verkäuferin in einer der Straßen rund um den Dong Xuang Markt.

Vendedoras en las calles de Hanoi

Streetfood en Hanoi
Zum Frühstück gab es »fried sticky rice«.

koriander-y-manta_Hanoi_Verkaeufer01

Vehículo cargado al máximo en Hanoi

Das Angebot an verschiedenen Leckereien auf der Straße ist groß, ebenso das Angebot an Restaurants. Überall sieht man Leute auf den Terrassen oder den Gehwegen sitzen, sie essen, trinken oder beobachten einfach das Straßengeschehen. In einigen Straßen, besonders in der Nähe des Dong Xuang Marktes, herrscht so ein reges Treiben, dass man kaum voran kommt oder gar stehen bleibt, beeindruckt von manch einem Schauspiel. Da sieht man Motorräder, überladen bis zum Gehtnichtmehr, die Fußgängern ausweichen, die nicht minder beladene Handwägen vor sich her schieben, Verkäuferinnen am Boden, die aus voller Kehle ihre Produkte anpreisen, das Kommen und Gehen in den Geschäften, es wird gefeilscht, es wird gegrüßt und zwischen all dem Chaos laufen Hunde, Katzen und manch ein Huhn frei herum. Fast lautlos sind da die Fische und Aale, die sich in den Verkaufsschalen am Boden verzweifelt hin und her winden…
Eine solche Stadt kann manchmal auch ermüdend sein, dagegen hilft nur ein Nickerchen! Wo und wie? Das spielt keine Rolle, solange man nur richtig müde ist!

Siesta en las calles de Hanoi

Siesta en las calles de Hanoi

Siesta en las calles de Hanoi

Unsere Unterkunft hieß Little Hanoi Hostel 2, aber mit der liebenswürdigen Tam, die das Hostel leitet, war es viel mehr als nur ein Schlafplatz. Wir wurden jederzeit mit frischem Obst und Tee oder Kaffee versorgt und sie übernahm für uns die Planung der nächsten Etappen. Ihre kulinarischen Empfehlungen und wo man in der Stadt am besten einkaufen könnte, waren ebenfalls sehr wertvoll.

Kulinarisches Hanoi, 1. Akt 

Wir probierten die berühmte Nudelsuppe Pho Bo mit Rindfleisch in einem bei den Einheimischen sehr beliebten Lokal. Als wir gegen 18 Uhr dort ankamen, war das Lokal so voll, dass wir auf einen Tisch warten mussten und später den Tisch mit anderen Gästen teilten. Die Suppe wird dort in riesigen Töpfen zubereitet, die bestimmt einen Meter hoch sind und auf einem großen offenen Feuer stehen. Die vorgekochten Fleischstücke unterschiedlicher Qualitäten hängen in der Auslage und werden von einem großen, lauten Ventilator angeblasen, der dafür sorgt, die Fliegen fern zu halten. Gekühlte Fleischtheken sucht man hier vergeblich, dagegen liegt das Fleisch offen auf den Verkaufstischen, immer in unmittelbarer Nähe eines Ventilators.

Pho Bo in Hanoi

Kulinarisches Hanoi, 2. Akt 

Das Gericht Bun Cha, das wir ebenfalls auf Empfehlung von Tam probierten, wurde in vielen verschiedenen Schüsselchen serviert. Wahrscheinlich macht das jedes Lokal ein bisschen anders, wir hatten jedenfalls eine Schüssel mit Brühe und Fleisch, eine mit Reisnudeln, eine mit frittierten Frühlingsrollen und eine weitere mit einer säuerlich schmeckenden Brühe und Gemüse. Dazu gab es wie so oft einen richtig vollen Teller mit frischen Kräutern und natürlich Chilis. Je nach Geschmack stellt man sich aus den verschiedenen Zutaten seinen eigenen Teller zusammen.

Bun Cha in Hanoi

Kulinarisches Hanoi, 3. Akt 

Das Café in dem wir den egg-coffee testen sollten, ließ sich im Gegensatz zu den beiden anderen Lokalen nicht ganz so leicht ausfindig machen. Das lag daran, dass sich das Lokal am Ende eines ca. 20 Meter langen Ganges, bzw. Tunnels befindet, dessen Eingang zwischen den Häusern, so unscheinbar ist, dass man ihn nur wahrnimmt, sucht man danach. In Hanoi findet man viele dieser Tunnelhäuser, weil die Steuern anhand der Breite der Häuser an der Straßenseite berechnet werden, egal ob sie 30, 40 oder 80 m tief sind.
Wir nahmen im ersten Stock des Cafés Platz, dessen Atmosphäre uns an ein altes Kaffeehaus erinnerte, in dem sich früher vielleicht die Bohème getroffen hat. Der egg-coffee besteht aus einem Espresso und einer Creme, die aus Ei und vielleicht gezuckerter Kondensmilch geschlagen wird, denn sie gibt dem Café einen angenehm süßlichen Geschmack. Leider konnten wir das Rezept dem Besitzer nicht entlocken. Als wir das erste Mal vom Kaffee mit Ei hörten, dachten wir: »Mit Ei? Ist das nicht ein bisschen seltsam…?!«, aber als wir ihn probiert hatten, schmeckte er uns so gut, dass wir dem Café am nächsten Tag gleich nochmal einen Besuch abstatteten.

egg-coffee in Hanoi

Nachdem wir an einem Wochenende in Hanoi ankamen, nutzen wir die Gelegenheit auf dem Night Market (Fr–So von 19–23 Uhr, Hang Dao Street) ein paar Dinge einzukaufen. Für den Markt wird eine Straße für den Verkehr abgesperrt und sie füllt sich mit Ständen mit allen möglichen Dingen: Kleidung, Souvenirs, Handyhüllen, Sonnenbrillen, Schuhen etc. Beim Kauf sollte man auf jeden Fall versuchen zu handeln.

Früh morgens am Hoan Kiem See

Am Sonntag Morgen entschlossen wir uns schon sehr früh aufzustehen, um dabei zu sein, wenn die Stadt aufwacht. Wir drehten eine Runde um den Hoan Kiem See, der zwischen Old und French Quarter liegt und zwei kleine Inseln besitzt. Auf einer der beiden Inseln befindet sich ein Tempel, auf der anderen kleineren Insel steht ein Turm, der der heiligen Schildkröte gewidmet ist. Besagtes Tier lebt im See und es handelt sich um eine sehr seltene und vom Aussterben bedrohte Schildkrötenart. Für die Vietnamesen ist die Schildkröte ein heiliges Tier und laut Volksglauben bedeutet es großes Glück das scheue Tier an der Oberfläche des Sees zu sehen. Ich hatte zwei Leute dabei beobachtet, wie sie auf etwas im Wasser deuteten und ging selbst näher ans Ufer. Und tatsächlich, knapp unter der Wasseroberfläche bewegte sich ein großes Tier. Als sich dann Julia zu mir gesellte, dauerte es nicht mehr lange und eine riesige Menschentraube hatte sich am Ufer versammelt.

La tortuga del lago Hoan Kiem en Hanoi

Die größere Überraschung an diesem Morgen waren aber die vielen Menschen, die rund um den See Sport trieben. Manche in Gruppen, andere alleine, aber eines hatte alle gemein: Nahezu alle Übungen oder Bewegungsabfolgen sahen in unseren Augen enorm lustig aus! Das Spektrum umfasste das Kreisen lassen von Hüfte und Hals, das Ausschütteln der Hände und Arme im Rhythmus zu einer martialisch anmutenden Musik, Meditation und Übungen höchster Konzentration, wie das Balancieren im Liegen auf einem Zaun. Das Sonderbarste das wir sahen, war eine Gruppe, die sich – aufgestellt in einer Reihe – den Rücken und das Gesäß klopften, als würden sie sich gegenseitig abstauben. Wir sahen auch eine Gruppe die Tango tanzte, ein improvisiertes Fitnessstudio und ein Feld zum Federball spielen.

Deporte al lado del lago Hoan Kiem en Hanoi

Deporte al lado del lago Hoan Kiem en Hanoi

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Hanoi wird uns als pulsierende Stadt in Erinnerung bleiben, die dazu einlädt länger zu bleiben, um sie noch besser kennen zu lernen. Vielleicht haben wir ja irgendwann noch einmal die Gelegenheit dafür.

 

UNSERE TIPPS FÜR EINE KULINARISCHE TOUR DURCH HANOI:


Pho Bo – Pho Bát Dàn  Bát Dàn, Nr. 49 
Bun Cha – Quán Bún Cha Hàng Mành  Hàng Mành, Nr. 1 
egg-coffee – Giang Egg Coffee Shop  Nguyen Huu Huan, Nr. 39

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